
Anoche soñé que
volvía a
Manderly...es una de esas frases míticas de la historia del cine,y la señora
Danvers su ama de llaves.Nunca un ama de llaves
fue tan retorcida,enigmática y fiel, porque nunca un ama de llaves
fue interpretada por una magistral actriz como lo era esta australiana llamada
Judith Anderson.

Nominada a los premios
Oscar como mejor actriz secundaria,
Rebecca se enfrento ese año de 1940 a El gran dictador y a Historias de
Philadelphia,consiguiendo el
Oscar a mejor película y mejor fotografía en blanco y negro.
Judith captó la esencia del personaje, mujer atormentada con el recuerdo de la fallecida
Sra. de
Winter (a la que amó en secreto) consiguiendo con su actuación una de las historias
lésbicas mas turbadoras de la historia del cine.

Su carrera fue premiada por la reina Isabel
II que la nombró Dama del Imperio Británico, y entre sus numerosos y buenos trabajos siempre de secundaria están Los 10
mandamientos,La gata sobre el tejado de Zinc, Laura o Un hombre llamado caballo.

Quizás esta noche vuelva a soñar con
Manderley, a encontrarme delante de la verja sin poder entrar,atravesar como un espíritu esa barrera, a ver como la naturaleza habrá recuperado lo que era suyo, a ver la silueta de la mansión, a creer ver luces en sus ventanas, y a soñar con una historia extraña que empezó en el sur de Francia.
Una neumonía nos la arrebató en 1992. Descanse en paz.